Los Pediatras y Psicólogos coinciden en que el llanto puede considerarse como una señal social que tiene como resultado previsible una mayor aproximación de la madre al niño : la induce a actuar para proteger,alimentar o confortar a su pequeño. El llanto suele ser suscitado por las condiciones mas variadas y puede tener diversas formas. El llanto de hambre, por ejemplo empieza lentamente y poco a poco se va haciendo más intenso. En cambio, el llanto de dolor es bastante intenso desde el principio y resulta ser uno de los métodos o estímulos mas eficaces para que la madre corra junto a su hijo.
Los recién nacidos y los lactantes lloran mucho y creen tener muy buenos motivos para hacerlo. Si tenemos presente que el llanto es uno de los pocos medios de los que dispone el niño para expresar cualquier cosa a la madre, nos sentiríamos un poco preocupados, si el niño no se sirviera de él. A través del llanto el niño emite señales, en cierto sentido, nos comunica sus experiencias. Actúa de distintas maneras en diversas situaciones y por estas diferencias podemos intentar entenderlo, aunque en un principio pueda ser muy difícil intuir qué es lo que necesita.
Hemos hablado del llanto hambre, que es el más común. La madre solícita lo pone al pecho o le da el biberón.Pero si, por casualidad o quizás porque desea respetar unos horarios demasiados rígidos, lo deja al bebé esperar demasiado, el llanto se hace desesperado, casi colérico y será difícil calmarlo, aún dándole la leche. El niño no querrá tomar el pecho, lo rechazará, como si no pudiera aceptar lo que se ha hecho esperar tanto hasta transformarse en su mente en algo malo. Sólo la paciencia de la madre sabrá acercarlo de nuevo. Es importante también saber que un niño que llora no siempre tiene hambre: en este caso no sirve de nada darle de comer , mas bien empeora su situación. A veces llora porque siente un malestar, incluso después de haber comido: parece que le duele el vientre .En este caso un chupete lo consuela, lo calma, al permitirle " descargar" chupando, la tensión que sufre, sin ingerir más alimento. Mecerlo dulcemente entre los brazos tiene también un efecto calmante: los gritos se apagan y el bebé se tranquiliza. Muchas madres temen que asi tomen " vicios de malcriado". Pero si un niño llora existe un motivo: puede tener sueño, calor, o estar mojado. También puede sentirse solo o con algo que le asusta y necesita compañía. La presencia tierna de la madre o de quien lo tenga a su cuidado no sólo no le crea malos hábitos ( para nada) sino que le proporciona seguridad, porque se siente cuidado y comprendido. Le da confianza, siente que le ayuda y así crece más seguro. Mientras va aumentándo su sensación de bienestar y seguridad, los malos hábitos desaparecerán
El niño que llora y no obtiene respuesta se acostumbra a no llorar. Esto no es bueno, y con el tiempo será una mala señal.Quiere decir que no confía que escuchen su llamada.
A veces, sin embargo, el niño tiene una verdadera necesidad de llorar, de desahogarse,de "echar fuera" algo que le" oprime ". En este caso no se puede impedir que llore distrayéndolo a toda costa. Sin embargo, es bueno permanecer a su lado, acariciarlo, tenerlo apretado entre los brazos, para que sienta que no está solo afrontando su disgusto.
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